1. La toxicidad del oxigeno
Recuerda que nunca debes de bucear con botellas en las que venga indicado el nombre 0XIGENO o NITROX sin haber tenido antes un entrenamiento adecuado para ello.
Aunque necesitamos el oxígeno para vivir, a presiones muy altas este gas puede ser tóxico. Es decir, si utilizamos una botella con aire con una proporción de oxígeno mayor al 21% este gas podría ser tóxico en inmersiones profundas. Para evitar la toxicidad del oxígeno, la profundidad máxima a la que puedes bucear con aire enriquecido siempre es menor que cuando buceas con aire normal.
2. El aire contaminado
El aire contaminado
puede detectarse por el olor o por el sabor,
pero a veces es difícil de confirmar, puede contener monóxido de carbono o vapores de aceite
que, aunque en la superficie son inocuos cuando se respiran bajo presión sí que
pueden causar ciertas molestias.
La contaminación del aire puede deberse a que la unidad de carga, es decir el compresor esté sucio, debido a que tenga una gran cantidad de agentes contaminantes que el filtro del propio compresor no puede eliminar, puede estar contaminado por que el compresor no haya tenido el mantenimiento correcto o revisión, y otra causa de que el aire esté contaminado puede deberse a que las botellas se llenen en una estación de carga indebida que no esté destinada a Centro profesional de buceo. El aire contaminado es muy poco frecuente. Los síntomas van desde dolor de cabeza, náuseas y mareos, hasta pérdida de la conciencia o labios y uñas de color morado.
3.La enfermedad de la descompresión o embolia gaseosa
El cuerpo no utiliza todo el nitrógeno que respiramos por lo que el exceso de nitrógeno se expulsa por los tejidos. Si el nitrógeno está dentro de los límites aceptables en nuestro cuerpo, él solito, una vez que dejemos de bucear se deshará de ese nitrógeno sobrante, en un plazo de aproximadamente dos horas, (tanto las tablas de buceo como los ordenadores nos permiten saber si estamos dentro de los límites de nitrógeno aceptados) pero sí hay un exceso de nitrógeno en nuestro cuerpo, por ascender demasiado rápido este puede formar burbujas en el torrente sanguíneo y los tejidos corporales.
Los síntomas de la enfermedad de la descompresión dependen de cada buceador y de donde se forman las burbujas, incluyendo entre otros mareos, hormigueos, dolor de las extremidades parálisis, dificultad para respirar, fatiga prolongada y pérdida de conocimiento, incluso en los casos más graves la muerte.
Los síntomas se presentan desde los 15 primeros minutos una vez que hemos acabado la inmersión hasta incluso 12 horas después de la inmersión. Aunque el tiempo, la profundidad y la velocidad de ascenso son los principales factores que desencadenan la enfermedad de la descompresión, también hay otros factores que pueden provocar que se produzca como son bucear cansado, tener frío, tener alguna enfermedad, haber bebido alcohol antes o después de las inmersiones, estar deshidratado, en mala forma física o con un porcentaje de grasa muy elevado. Si viajas asegúrate de que haya cámara hiperbárica cerca y cuida tu salud al máximo.
4.La narcosis
Otro de los problemas relacionados con el aire, es la narcosis, se trata de una intoxicación por nitrógeno en el tejido nervioso. La narcosis suele aparecer a partir de los -30 m de profundidad y está íntimamente relacionada con la velocidad de descenso y el aumento de la presión, produce síntomas relacionados con el mareo y la pérdida de conciencia o conocimiento que pueden llevar al buceador a cometer errores graves como quitarse el regulador de la boca. Es importante hacer pruebas con tu compañero de buceo en un descenso profundo con los dedos, para ir comprobando que ninguno de los dos entra en narcosis y en caso de dudas ascender unos metros para reducir la presión y que desaparezcan los efectos.
Y después de este breve repaso por el mundo del aire y sus precauciones, te invitamos a profundizar en ello con nuestros cursos de especialidades, como puede ser el curso con aire enriquecido NITROX.